1. Himno de Apertura (5 minutos)
- Sugerencia: “Llamados a Servir” (Himnario SUD, #173).
- Asigna a alguien para dirigir el himno y a otro para tocar la música (si es posible).
2. Oración Inicial (2 minutos)
- Pide a un miembro de la familia que ofrezca la oración de apertura.
3. Lección Principal (15-20 minutos)
A. Introducción (5 minutos)
- Comienza preguntando: ¿Qué significa para ustedes servir una misión de tiempo completo? ¿Qué sienten cuando piensan en la oportunidad de ser misioneros?
- Explica que servir una misión es un privilegio y una gran responsabilidad. Para prepararse adecuadamente, es esencial ajustar nuestras prioridades para que estén alineadas con los propósitos del Señor.Servir una misión de tiempo completo es una de las experiencias más transformadoras y significativas que un joven o una joven puede vivir. No es solo una oportunidad para predicar el Evangelio, sino también una experiencia que moldea el carácter, fortalece la fe y prepara para toda una vida de servicio y dedicación al Señor. El servicio misional es tanto un privilegio como una gran responsabilidad.
1. El Privilegio de Servir:
- Representar a Jesucristo: Como misionero, eres un representante oficial de Jesucristo. Este privilegio te permite llevar su mensaje de amor, salvación y esperanza a las personas que están buscando la verdad. No todos tienen la oportunidad de servir una misión, y aquellos que lo hacen tienen la bendición de llevar la luz del Evangelio a aquellos que aún no lo conocen.
- Bendiciones Personales: Los misioneros reciben bendiciones inmensas por su servicio, incluidas una fe más profunda, un testimonio más fuerte y un amor más grande por los demás. Estas bendiciones no solo impactan la vida del misionero durante su servicio, sino que también influyen en su futuro, preparándolo para ser un mejor líder, cónyuge, padre o madre.
2. La Gran Responsabilidad:
- Dedicar Todo tu Corazón, Alma y Mente: Servir una misión requiere un enfoque total y una dedicación completa. Como misionero, se espera que des todo lo que tienes para servir al Señor y a Sus hijos. Esto significa estar dispuesto a sacrificar tu comodidad, tus intereses personales y, a veces, incluso tu tiempo con la familia para hacer la obra de Dios.
- Preparación Espiritual y Temporal: Para llevar a cabo esta tarea sagrada, necesitas estar preparado espiritual y temporalmente. Esto no solo significa tener un fuerte testimonio y comprensión del Evangelio, sino también estar física y emocionalmente listo para enfrentar los desafíos del campo misional.
3. La Importancia de Ajustar Nuestras Prioridades:
- Poner a Dios en Primer Lugar: Para prepararse adecuadamente para servir una misión, es esencial que aprendas a poner a Dios en primer lugar en tu vida. Esto puede requerir hacer cambios en cómo usas tu tiempo, en las cosas a las que das importancia, y en las decisiones que tomas cada día. Estar dispuesto a sacrificar actividades o intereses que no te acerquen a tu objetivo de ser un misionero eficaz es crucial.
- Centrarse en lo Espiritual: Es fácil dejarse llevar por las distracciones de la vida cotidiana, como el entretenimiento, las redes sociales o incluso las obligaciones escolares o laborales. Aunque estas cosas tienen su lugar, es importante asegurarse de que no eclipsen las cosas espirituales. Dedicar tiempo diario a la oración, el estudio de las escrituras y la participación en actividades de la Iglesia es fundamental para prepararse espiritualmente.
- Desarrollar Disciplina y Responsabilidad: Ajustar tus prioridades también significa aprender a ser disciplinado y responsable. En el campo misional, necesitarás gestionar tu tiempo de manera eficaz, mantener hábitos saludables y seguir las reglas misionales. Comenzar a desarrollar estas habilidades antes de partir te permitirá estar mejor preparado para enfrentar los desafíos de la misión.
4. Aplicación Práctica:
- Evaluar tus Prioridades Actuales: Una buena manera de comenzar a prepararte es hacer una evaluación honesta de tus prioridades actuales. ¿Qué es lo que ocupa la mayor parte de tu tiempo y energía? ¿Estas actividades te están acercando o alejando de tu meta de servir una misión? Identificar áreas donde puedes hacer ajustes es el primer paso para alinear tus prioridades con los propósitos del Señor.
- Establecer Metas y Hacer Planes: Después de evaluar tus prioridades, es útil establecer metas específicas que te ayuden a prepararte. Por ejemplo, podrías establecer una meta para estudiar las escrituras diariamente, participar más activamente en el servicio a otros, o mejorar tu condición física. Luego, crea un plan para alcanzar estas metas, asegurándote de que cada día te acerques un poco más a estar listo para servir.
B. Lectura de Escrituras (5-7 minutos)
- Doctrina y Convenios 4:2: “De modo que, si tenéis deseos de servir a Dios, sois llamados a la obra.”
- Mateo 6:33: “Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.”
- Discute cómo estas escrituras nos enseñan sobre la importancia de tener el deseo de servir y poner a Dios en primer lugar en nuestras vidas.
C. Ajustando Nuestras Prioridades (7-10 minutos)
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1. Enfoque Espiritual:
- Habla sobre la importancia de fortalecer la relación con el Padre Celestial a través de la oración diaria, el estudio de las escrituras y la participación en actividades de la Iglesia.
- Subraya la necesidad de desarrollar una actitud de servicio y humildad, entendiendo que la misión es una oportunidad para servir a Dios y a sus hijos.
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2. Preparación Física y Emocional:
- Explica que prepararse físicamente es importante, incluyendo el cuidado de la salud y el bienestar.
- Menciona que también es crucial estar preparados emocionalmente, aprendiendo a manejar el estrés y a ser resilientes ante los desafíos que pueden surgir en el campo misional.
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3. Establecimiento de Prioridades:
- Habla sobre la importancia de aprender a priorizar las cosas espirituales sobre las temporales. Esto podría significar ajustar el uso del tiempo, evitando distracciones como el exceso de entretenimiento digital, y enfocándose en actividades que fortalezcan el testimonio y la preparación espiritual.
- Discute cómo tomar decisiones que reflejen el deseo de servir, como asistir a seminarios, participar en la obra misional local, y aprender a vivir de acuerdo con las normas del Evangelio.
D. Reflexión y Discusión (5-10 minutos)
- Pregunta: ¿Cuáles son algunas maneras en las que podemos ajustar nuestras prioridades hoy para estar más preparados para servir una misión?
- Anima a los miembros de la familia, especialmente a los jóvenes, a compartir sus pensamientos sobre cómo pueden comenzar a preparar sus corazones y mentes para el servicio misional.
E. Video: Discurso Elder M. Russell Ballard, El servicio misional bendijo mi vida para siempre. (15 minutos)
4. Actividad Familiar (10-15 minutos)
- Lista de Prioridades: Invita a cada miembro de la familia a hacer una lista de sus prioridades actuales. Luego, revisen juntos cómo estas prioridades se alinean con la preparación para una misión. Identifiquen áreas donde pueden hacer ajustes para centrar más su vida en el Evangelio.
- Plan de Acción: Como familia, diseñen un plan de acción que incluya metas espirituales y temporales para ayudar a los futuros misioneros a prepararse mejor. Por ejemplo, pueden planificar un horario diario de estudio de las escrituras o comprometerse a realizar actos de servicio semanalmente.
5. Conclusión y Testimonio (5 minutos)
- Resume los puntos clave de la lección: Servir una misión es una decisión que requiere preparación espiritual, física, y emocional. Ajustar nuestras prioridades ahora nos ayuda a estar listos para servir al Señor con todo nuestro corazón, alma, mente y fuerza.
- Invita a un miembro de la familia a compartir su testimonio sobre la importancia de prepararse adecuadamente para servir una misión.
6. Oración Final (2 minutos)
- Pide a otro miembro de la familia que ofrezca la oración de cierre.
7. Refrigerio (Opcional)
- Concluye la Noche de Hogar con un refrigerio que todos puedan disfrutar juntos.